No les mentiré, a veces
batallo para tener una idea sobre que escribir, hay ocasiones en las
que ni leyendo, ni tomando café, ni haciendo sacrificios satánicos
encuentro un buen tema, o mas bien, la inspiración para
desarrollarlo como se debe.
Es en esos momentos
cuando decido salir a la calle y mirar el cielo, a la gente, a los
perros apareándose y en algunas ocasiones a la gente
apareándose...con los perros.
Ya pues, dejando de lado
el bestialismo, la verdad es que a veces cuando no se puede generar
un tema sobre el cual escribir, lo mejor es salir y platicar con la
gente, pues puede que de esta interacción surja una nueva
perspectiva que active la creatividad en el cerebro o aprendas
groserías nuevas.
El otro día conocí a un
señor en la parada del camión, se acerco a pedirme dinero o un
cigarro y aunque yo no tenia lo uno ni lo otro este sujeto se sentó
frente a mi y comenzó a platicarme que en estas fechas escaseaba el
trabajo para el.
Su nombre es Toño (como
dato curioso, es el tercer Toño en situaciones precarias que conozco
en la calle) y a pesar de tener pinta de cholo resulto ser un tipo
agradable, me comentaba que ese día nadie había querido que le
barriera el porche, y que por lo tanto solo tenia 15 pesos de los
cuales se iba a gastar 12 en el camión para regresar a su hogar.
Sinceramente, yo pensaba
que en cualquier momento tomaría las tijeras para jardín que
llevaba consigo y las utilizaría para asaltarme, de hecho, había
hasta planeado para donde correr o en dado caso como golpearlo si la
situación así lo exigía, pero después de unos minutos me di
cuenta que Toño estaba pasando por uno de esos días donde la vida
se ve difícil y como mínimo se busca consuelo compartiendo las
preocupaciones con alguien que este dispuesto a escuchar.
Me contó que a pesar de
lo difícil que esta su situación, el jamás ha considerado el irse
por "rumbos malos" pues tiene una familia a la cual cuidar
y que prefiere mil veces trabajar todo el así bajo el sol por poco
dinero antes que empezar a ganar "lana fácil".
Toño se mostró muy
orgulloso de mantener a sus hijas en la escuela pues según sus
palabras lo único que les iba a poder dejar era la educación, y que
con eso bastaba para que tuvieran un mejor futuro y vivieran mejor
que el.
Antes de subir a mi
camión, Toño intento venderme su reloj por 20 pesos, y la verdad es
que de haberlos tenido a la mano se los hubiera dado, pero por lo
pronto lo único que puedo hacer es ventilar toda su vida a través
de un articulo que saldrá en el periódico.
No soy un tipo que se
conmueva fácilmente, y esta no es la excepción, pero si algo
aprendí de mi breve interacción con este personaje es que sea cual
sea la situación uno debe de saber priorizar y sostenerse en esos
valores, de ese modo evita caer en las trampas que utilizan el dinero
fácil como carnada y terminan hiriendo a las personas que dependen
de nosotros.